Today Meets Yesterday

Soy un gran fan de los libros de la maravillosa diseñadora gráfica Yang Liu publicados por Taschen. Esta nueva entrega sigue el mismo formato de las anteriores : Tamaño de bolsillo, tapa dura, texto (escaso, es casi todo imagen) en cuatro idiomas (alemán, español, francés e inglés) y contenido estructurado en dibujos esquemáticos a toda página (usando los célebres iconos de hombre y mujer presentes hasta en la puerta de los aseos públicos) que, cuando abres el libro , ves en cada doble página enfrentados por parejas, mostrando el icono de la izquierda un punto de vista y el de la derecha otro distinto. El contraste entre esos dos puntos de vista prácticamente opuestos es el que divierte al lector.En libros anteriores de la autora ese contraste era fundamentalmente humorístico : El maravilloso "Hombre y Mujer, cara a cara" mostraba en cada doble página, por ejemplo, la diferencia entre cómo compran las mujeres y los hombres, o la actitud que tienen a la hora de contar sus experiencias amorosas, con un resultado tan certero como carcajeante .Pero los dos puntos de vista enfrentados en este libro (cómo eran las cosas en nuestra sociedad antes, y cómo son ahora) ya no tienen un efecto humorístico, sino más bien crítico. Yang Liu presenta contrastes que, más que divertidos (antes : 3 personas en torno a una mesa charlando animadamente ; ahora : Las mismas 3 personas en torno a la misma mesa, pero consultando sus respectivos móviles sin hacerse el menor caso unas a otras) revelan la opinión, compartida por muchos (entre los que me encuentro), de que el abuso de la tecnología ha deshumanizado nuestra vida de forma alarmante. Una vez más impresiona el talento con el que la autora usa iconos tremendamente simples (y mudos) para expresar ideas complejas, dando en la diana con sus atinadas observaciones. Pero en esta ocasión , más que suscitar sonrisas en el lector (que también las hay) ha elegido alertarle sobre un peligro que es evidente y que nos está haciendo perder culturas, tradiciones y costumbres valiosas para sustituirlas por un abuso de las máquinas que nos perjudica más de lo que creemos.